Abogada cuenta cómo fundó escuela de perros guías para ayudar a personas ciegas en América Latina
Programas AnterioresSEG RevistaLa abogada mexicana Silvia Lozada, quien es ciega desde los tres años de edad, contó cómo logró su sueño de fundar la Escuela de Entrenamiento de Perros Guías de México para ayudar a las personas con discapacidad visual en su país y en otras partes de América Latina.
Contó que cuando era una jovencita de 19 años de edad se percató de que moverse con un bastón le impedía llegar a muchos lugares con rapidez y eso le hacía anhelar tener un perro guía, sin embargo, sabían en ese entonces que eran difíciles de obtener y solamente podía hacerlo en Estados Unidos.
“Tuve un maestro de historia en la preparatoria y como él sabía este gran sueño que yo tenía le pidió a mis compañeras que buscarán datos, una de ellas consiguió la dirección de la escuela de perros guías de Míchigan, hice mi solicitud y como un bebé a los nueves meses me llamaron para ir a un curso y recibir mi primer perro guía, todo fue gratuitamente y solo hubo que pagar el viaje de ida y regreso”, expresó.
Dijo que cuando conmoción la escuela Leaders Dogs for the Blind (Perros líderes para ciegos), ubicada en Michigan le impactó tanto la inclusión “real” que había en ese país, y dijo que esa experiencia le ayudó su formación como persona con ceguera y a su conciencia de todo lo que había que hacer en su país para lograr fundar una escuela de perros guía.
“Cuando regreso a México me encuentro con que no me dejan entrar a nada con mi perro y no había ningún artículo de ninguna ley, entonces ir creando esa conciencia en el chofer del bus, del taxi, el policía del metro, el recepcionista de un restaurante, de todos los lugares a los que yo iba me hacían hablar y hablar de lo que era el perro guía y ya me dejaban entrar”, expuso.
Además contó que cuando regresó a México con su perro tuvo que reentrenarlo porque en las calles de su país hay demasiados obstáculos como hoyos, pisos rotos o raíces de árbol, puestos ambulantes, , autos estacionados en la acera, etc., mientras que en Estados Unidos no había nada de eso.
Dijo también que fue un reto ir a la universidad con su perro guía porque había maestros que le decían que no podía entrar con su perro al salón de clases, pero no dejaba que alguien la rechazara y no le permitiera entrar a clases.
“Cuando yo iba caminando de la facultad de derecho al metro y luego a la oficina donde era voluntaria en la asociación de personas con discapacidad visual sentía también esa libertad al moverme con mi perrita y pensaba en personas ciegas que estarían encerradas en sus casas por no tener el apoyo de un perro guía y del bastón blanco, entonces pensaba en fundar la escuela y así comenzó”, manifestó.
Dijo que en 1988 comenzó a contactar varias escuelas de perros guías y a crear un programa de entrenamiento de los perros tomando como referencia todo lo que me mandaban, y no fue hasta el 1995 que consiguió un terreno para empezar a materializar su sueño.
“Fueron muchos años hasta que logramos encontrar en 1995 un terreno donde construir la escuela y después en el 1997 el apoyo para la construcción de instalaciones adecuadas, pequeñas pero adecuadas para una escuela de perros guías. Un hospital veterinario, un área de rehabilitación para personas, un área de hospedaje para nuestros usuarios que ven por sus perros y un área de oficinas, entonces la escuela finalmente se inauguró el 4 de noviembre de 1997”, acotó.
Lozano, quien es la directora de la Escuela de Entrenamiento de Perros Guías de México, manifestó que están muy contentas de todo lo que han logrado, aunque han tenido que superar muchos retos, sobre todo por la sostenibilidad financiera de la institución, pero aseguró que no dejan de trabajar.
“No dejamos de trabajar y todo el tiempo estamos también tocando puerta, buscando formas de que lleguen los recursos para que la escuela siga donando perros guías y otorgando a las personas no solo de nuestro país, sino de América Latina”, expresó.
En la imagen se encuentra Silvia Lozada.